José Manuel Pérez Tornero (presidente de RTVE), Ximo Puig (presidente de la Generalitat Valenciana) y Antonio Pérez (alcalde de Benidorm) firmaron un contrato a tres bandas que le permitirá a Benidorm proyectar su imagen de reclamo turístico a través del festival; a TVE, seleccionar un representante eurovisivo de calidad; y a la Generalitat Valenciana, congraciarse con el escocido sector hostelero y, de paso, escoger la sede del Festival de Eurovisión ante una hipotética victoria española.
Parece que todos están contentos y vendiendo la piel del oso antes de cazarlo. Aún así, hay varias evidencias que consideramos que se deben tener claras antes de ilusionarse con la celebración del Festival de Benidorm el próximo año. Aquí van diez reflexiones que requieren una respuesta clara antes de meterse en harina con el Festival de Benidorm.
1) El Festival de Benidorm no se hubiera recuperado para 2022 si no fuera por la incompetencia que TVE ha demostrado en los últimos lustros para clasificarse entre los cinco primeros puestos en Eurovisión. Entre 2000 y 2021 TVE no ha seguido una línea de trabajo clara y ha celebrado prefestivales, ediciones de OT, preselecciones en mp3 en plataformas digitales, elecciones de intérprete y canción por separado y varias selecciones a dedo. Vistos los antecedentes, todo parece indicar que lo de Benidorm será un modelo de preselección que TVE quemará en pocos años...
2) Si el Festival de Sanremo permite elegir canciones buenas para Eurovisión es porque se trata de un festival al que los italianos (público, cantantes, compañías, productores, RAI) nunca han dejado de lado en 70 años. Para ellos, lo importante es la ganadora de su festival. En cambio, la historia de Benidorm nos ha dejado más sinsabores que alegrías y lo importante (ya se nos está advirtiendo) no será la canción que lo gane, sinó el puesto que conseguirá en Eurovisión.
3) ¿TVE está dispuesta a invertir en programas musicales? Lleva muchísimos años sin emitir programas de este género. La crisis de las discográficas ha hecho que, de rebote, desaparezcan los espacios musicales. ¿Tendremos recursos y escenografías propias de Eurovisión o Melodifestivalen? ¿O tendremos decorados reciclados del programa Gente joven?
4) En las últimas ediciones del Festival de Benidorm los participantes eran una mera comparsa. Se ponía más interés en las figuras famosas invitadas que cantaban en riguroso playback que en los concursantes. ¿Eso seguirá igual? Porque si es así, el tortazo está más que asegurado.
5) Durante toda su historia el Festival de Benidorm estuvo sometido a vaivenes políticos. Más que un festival para el lucimiento de intérpretes y canciones fue un festival para el lucimiento de autoridades políticas. ¿Quién ha olvidado a los gobernadores civiles franquistas o a los alcaldes, consellers y presidentes del PP entregando sirenitas? Y resulta muy curioso que los gobiernos socialistas que tanto lucharon por cerrar el festival en los 80 y 90 sean ahora quienes desde TVE y la Generalitat Valenciana lo hayan hecho revivir.
6) Eurovisión ha asumido que es un espectáculo de referencia para el público LGTB y todo parece indicar que el nuevo Festival de Benidorm seguirá esos mismos pasos. Es muy curioso que hasta 2006 el Festival de Benidorm fuese estiradísimo en cuanto a público, invitados y concepto audiovisual y que ahora adviertan que será punto de encuentro de Europa, música y diversidad.
7) ¿Qué planes tienen TVE, la Generalitat Valenciana y el Ajuntament de Benidorm para promocionar el nuevo Festival de Benidorm y convertirlo en el Melodifestivalen español? La televisión es un canal que está casi en desuso frente a la importancia que tienen las redes sociales. ¿Sabrán adaptarse en TVE a las nuevas exigencias del mercado audiovisual o seguirán subcontratando a empresas y técnicos que meten la pata un año sí y otro también con el sonido y la realización?
8) Por las normas del festival europeo, el nuevo Festival de Benidorm tendrá que celebrarse en invierno. Nada del Parc de l'Aigüera o del Auditorium Julio Iglesias, todo parece indicar que se tendrá que recurrir al Benidorm Palace, un recinto modesto para acoger a la multitud eurofan que, parece ser, llegará en masa a la Costa Blanca. ¿Se han puesto manos a la obra las agencias de viajes para ofrecer bonos de viaje, alojamiento y entradas? Hay que cuidar mucho a los maltratados eurofans.
9) ¿Quién presentará el Festival de Benidorm? ¿Se echará mano de encorsetadas presentadoras como Anne Igartiburu, Nieves Álvarez, Norma Duval... o se buscarán talentos cómicos que recuerden más a la sueca Petra Mede?
10) Y sobretodo, agilidad. El Festival de Benidorm de 2022 no puede ser una réplica de lo que vimos en los 90: bloques de anuncios inacabables, verborrea de presentadores y dar a conocer los resultados a las tres de la madrugada.
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